En los últimos días, el Gobierno Nacional publicó un nuevo decreto (el DNU 340/2025) que pone en discusión algo muy importante para todos los trabajadores y trabajadoras del país: el derecho a hacer huelga.
¿Qué dice el nuevo decreto?
El Gobierno decidió cambiar las reglas de cuándo y cómo se puede hacer una huelga. Para eso, amplió la cantidad de actividades que considera “esenciales” o “de importancia trascendental”.
¿Y qué significa esto? Que en esos trabajos no se podría parar totalmente, sino que habría que garantizar entre un 50% y un 75% del funcionamiento del servicio, incluso durante una huelga.
Esto incluye sectores como:
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Transporte público,
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Actividad portuaria,
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Internet,
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Educación,
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Industria,
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Construcción,
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Comercio de alimentos,
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Banca y servicios financieros,
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Servicios hoteleros y gastronómicos, entre muchos otros.
O sea: casi todos los trabajos que hay en el país.
¿Por qué esto preocupa?
Porque limita un derecho que tenemos los trabajadores desde hace muchos años, y que está protegido por la Constitución Nacional y por acuerdos internacionales que Argentina firmó.
La huelga no es un capricho. Es una herramienta que se utiliza cuando ya no hay otra forma de hacerse escuchar. Sirve para defender nuestros derechos, nuestros salarios y nuestras condiciones de trabajo. Sin la posibilidad de parar, los reclamos pierden fuerza, y eso debilita a los sindicatos.
¿Qué hizo la CGT?
Ante esta situación, la CGT presentó un amparo judicial para frenar este decreto. Lo hizo porque considera que el Gobierno no puede cambiar estas reglas por decreto, sino que debería hacerlo por ley y con debate en el Congreso.
Además, el Poder Judicial ya había dicho el año pasado que algo similar (el DNU 70/2023) era inconstitucional, porque iba contra los derechos laborales y sindicales.
¿Y ahora qué?
Desde nuestro gremio rechazamos este decreto porque creemos que afecta derechos fundamentales de los trabajadores y trabajadoras. La posibilidad de hacer huelga no es un privilegio: es una herramienta legítima para defender lo que es justo.
De manera que apoyamos la acción presentada por la CGT ante la Justicia, porque consideramos que no se pueden imponer límites al derecho de huelga sin debate democrático, y mucho menos por decisión unilateral del Poder Ejecutivo.
Estamos convencidos de que no hay país posible sin trabajo digno, y eso incluye el respeto por la organización sindical, la negociación colectiva y el derecho a reclamar cuando las condiciones lo exigen. Por eso, como parte del movimiento obrero, nos comprometemos a defender esos valores con responsabilidad y firmeza, en todos los ámbitos donde sea necesario.