El próximo 14 de noviembre se realizarán las elecciones legislativas en todo el territorio nacional. En nuestra provincia se elegirán tres senadores y nueve diputados que nos representarán en ambas cámaras. Si bien son las denominadas elecciones de “medio término” (o sea, no son presidenciales) revisten una gran importancia. No solo por la composición de la legislatura que permitiría sancionar leyes en el Congreso potencialmente perjudiciales para el conjunto de los trabajadores sino también porque se crea un escenario de mucha fortaleza para que los sectores de poder y las patronales, leyéndolas favorablemente, puedan implementar cambios en beneficios de sus intereses.
¿Qué nos jugamos en estas elecciones?
El movimiento obrero debe mantenerse unido y para ello debe ser consciente de dónde está su adversario. Hoy, a diferencia de lo ocurrido hace unos años, es evidente. Ya nadie se esmera en ocultar nada. Dos días antes de las PASO de septiembre el Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y el Senador Martín Lousteau, ambos dirigentes de Juntos por el Cambio, presentaron una propuesta de eliminación de las indemnizaciones en este contexto de máxima dificultad. Dificultad no solo por la pandemia que ha destrozado las economías del mundo sino porque el gobierno que representa a estos dos dirigentes hace tres años atrás contrajo una deuda de 44 mil millones de dólares que hay que pagar. Y ya sin más posibilidades de endeudarse en el exterior -como lo hicieron- buscarán que esa deuda la paguen los trabajadores y los jubilados, recortando derechos como han hecho siempre. No hay nada de original en estos dirigentes ni exageración de parte de quienes estamos de este lado. Es la historia que se repite una y otra vez.
El trasfondo
El descrédito contra el sindicalismo que se viene operando desde algunos medios de comunicación se vincula con esta tendencia. Nuestro sector sabe bien a qué nos referimos. Nuestro máximo referente, una y otra vez elegido por los trabajadores y las trabajadoras en cada lugar del país, Hugo Moyano, es apuntado sistemáticamente como el responsable de todos los problemas que tiene el país. Este es el trasfondo de algo más preciso: desorganizar, desintegrar y liquidar al movimiento obrero. Y esta es la pelea que vamos a seguir dando, primero en las urnas y luego en la calle, como siempre. Porque la calle es de los trabajadores.
Por eso compañeros y compañeras, entendemos que las convicciones de cada uno son inviolables y bregamos por la libertad de pensamiento, pero estamos también obligados a advertir sobre los riesgos que se presentan en estos comicios. La derecha anti obrera está exultante ante los resultados de las PASO y no lo ocultan. Recientemente Elisa Carrió y Patricia Bullrich avalaron la eliminación de las indemnizaciones. En sus filas están quienes históricamente le hicieron un enorme daño a los trabajadores. Por eso creemos que ha llegado el momento de movilizar nuestras fuerzas y demostrar que no estamos dispuestos a dar ni un paso atrás.
En defensa de nuestros derechos
Las conquistas de nuestros derechos, entre las que se incluyen las indemnizaciones por despido, vacaciones, aguinaldo, convenios colectivos, etc., han costado mucha lucha, sangre, desapariciones y muertes como para entregarla a la causa de los poderosos. Es importante demostrar que estamos organizados, que nuestras convicciones siguen firmes, que no vamos a renunciar a las conquistas que son, ni más ni menos, el patrimonio de nuestro sindicalismo, de los hombres y mujeres que nos precedieron.
Para cerrar, en este mes tan particular, hacemos alusión a las palabras imperecederas que cada sábado escuchamos en nuestro programa de radio de Juan Domingo Perón desde los balcones de la Casa Rosada tras la histórica gesta popular del 17 de octubre: “Trabajadores, únanse; sean hoy más hermanos que nunca. Sobre la hermandad de los que trabajan ha de levantarse en esta hermosa tierra la unidad de todos los argentinos”. Es el trabajo argentino lo que hará grande a esta patria. Cuidemoslo.